martes, 18 de mayo de 2010

UN PEQUEÑO TESTIMONIO

Para todos los que trabajamos en el sector gráfico, es emocionante ver como nuestro trabajo, pasa del ordenador a la realidad, es decir al papel, para muchos diseñadores es casi un proceso mágico, puesto que muchos no pasan de su mesa en un estudio y cuando se visita una imprenta, siempre hay como una emoción por ver la obra acabada. Actualmente y cada vez más, el diseñador no visita el taller de la imprenta, ayudado por la tecnología actual: ordenadores, internet, gestión de color, etc. el resultado cada vez es más previsible, sin llegar al 100% , pero muy cercano.

Por eso me ha impresionado, valga la redundancia, este post de José Pujol ( Público ), un colega en quehaceres gráficos en el diario de tirada nacional Público, que nos cuenta la visita a una de las rotativas en las que el diario se imprime. Si cualquier taller de imprenta es un foco de atracción para los que nos dedicamos a esto, y no estamos todo el día a pie de maquina, una rotativa es lo más, es como ir a la sala de máquinas del Titanic… por otra parte este artículo nos ayuda a valorar el trabajo en equipo ( todos los días ), la coordinación de estos y la optimización de los procesos, para conseguir que un periódico este todas las mañanas en el kiosko, listo para que lo leamos

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